Proceso
La precisión con que cada año se inicia el seguimiento de los viñedos, hace que la uva que entra en nuestra bodega sea de la máxima calidad.
Recorre el proceso de elaboración
La forma de alimentación del terreno y de la viña, exclusivamente con abonos orgánicos, logran que cada cepa tenga una producción inferior a dos kilos, concentrando, en tan poca producción, todos los elementos minerales y nutritivos que aporta el suelo.
La Vid
Prescindimos de herbicidas y de otros tratamientos agresivos para los viñedos para garantizar la máxima calidad y proteger el medio ambiente.
Vendimia manual
Con el mismo rigor, la recolección de las uvas se hace de forma selectiva, visitando todos los días la totalidad de las parcelas para recoger y analizar los frutos de las mismas, procediendo a su recolección según el grado de maduración de los racimos.
Si el momento es óptimo y las uvas tienen más de 13º son recogidas a mano en cajas de 15 kilos de capacidad y transportadas a la bodega.
Selección
Una vez recibida la uva en la bodega se deposita el contenido de cada caja en una mesa de selección, donde personal cualificado procederá a una selección más exhaustiva.
Desde allí, una vez despalillada, se transporta, mediante ovis, al depósito que previamente tenga asignado, aportando a cada depósito uvas de características similares que se dedicarán a elaborar los diferentes vinos.
Fermentación
Una vez depositadas las uvas en cada depósito se procede a una maceración fría por debajo de los 15º que dura tres días.
Posteriormente, la fermentación alcohólica suele durar unos 10 días a una temperatura controlada menor de 30º.
Finalizada ésta, se procede a una maceración post-fermentativa a 25º constantes y, en función de las catas que se realizan de continuo, oscilará su duración entre 8 ó 10 días.
Más tarde, entre la segunda quincena de Noviembre y primera de Diciembre, de forma espontánea, el vino realiza la fermentación maloláctica a unos 22º y durará aproximadamente unos 15 días y permanecerán en los tinos durante varios meses reposando y clarificándose naturalmente.
Crianza en Barrica
La crianza del vino se inicia en barricas nuevas de madera francesa, especialmente Radoux Blend, americana y centroeuropea.
La duración del proceso de crianza oscilará entre 5 y 24 meses en salas subterráneas especialmente diseñadas para tener, de forma automática y controlada, ventilación, humedad y una temperatura constante entre 15º y 16º.
Allí se procederá, para conseguir una mayor clarificación natural, a trasiegos en barricas cada 6 meses y rellenos mensuales de la misma calidad de vino.
Embotellado
El proceso de embotellado de los vinos se lleva a cabo mediante un sistema que hace que las botellas sean llenadas por gravedad, con el fin de evitar los arranques y paradas continuas que se producirían en otras formas de embotellado y que podrían dañar a los vinos.
Los tapones, al estimar que es el modo más perfecto conocido hasta el momento, son de corcho de primera calidad siendo muy rigurosos con el análisis y control de los mismos.
Crianza en Botella
La crianza en botella requiere tiempo y un control exquisito.
Los vinos de Abadía de Acón reposan en botella, en unas instalaciones especialmente climatizadas, durante el tiempo necesario para que las cualidades del vino redondeen y adquieran la complejidad que les caracteriza.